Fluir. Que bonita palabra. Hoy me topé con este GIF (es de +Zoraya Tonel). Es un paraje de Seljalandsfoss, Iceland y me pareció muy apropiada para el "fluir" que intentaré explicar, relativo al título de esta entrada.
Estamos viviendo en una época, intensa y convulsa, donde los avances tecnológicos y genéticos nos harán vivir en un mundo de dioses, literalmente.
Seremos unos dioses muy cabreados y bastante frágiles. Estaremos realmente jodidos por tener todo registrado, programado y controlado. Parte de nuestro futuro inminente será previsto, controlado y registrado por nosotros mismos. Empezaremos aplicando nuestros útiles sistemas de gestión en nuestra vida profesional, comprobando su eficacia y fiabilidad e inevitablemente lo trasladaremos a nuestra vida personal. El problema es que todo vendrá de golpe y empujado por intereses económicos, por lo que no se tendrá en cuenta el impacto que creará en la sociedad de este siglo. A mi me parece que la vida no fluirá como es debido.
He utilizado muchas veces la frase "que la vida fluya" refiriéndome a un sentimiento de alegría y aceptación (no confundir con vagancia y pasotismo, esto son aptitudes). Lo hacia cuando salia solo de casa un sábado por la noche sin saber donde acabaría o cuando me iba de vacaciones sin saber más que el punto cardinal hacia donde empezaba la aventura. Cada vez que noto este sentimiento me da un punto de vista nuevo y optimista ante lo que te depara la vida que siempre me llevó a buen puerto. Ahora estoy viviendo un cambio de ciclo profesional y, con los tiempos que corren y mi edad (44), se me antoja arriesgado. Solo tengo dos opciones, o me achino y me escudo en mal de muchos, o me esfuerzo más que nunca por hacer que la vida fluya.